No sé vosotros, pero a mí las ideas me vienen cuando no puedo hacerles ni caso. Es como si de repente vas en el metro a una entrevista para un trabajo que te gusta y encima pagan bien, cuando de repente aparece la chica. Os chocáis por accidente, bromeáis un poco y ella se ofrece a invitarte a un café. A esto, tú piensas…
¡No, joder! ¿Por qué ahora precisamente? ¡Ahora no! ¡No tiene días el año y justo me tiene que pasar hoy!
Entonces tienes que disculparte, pedirle el teléfono, salir pitando y rezar porque la chica no se crea que pasas de ella y que el teléfono no sea falso. Pues con las ideas lo mismito.

Tú estás en mitad de lo que sea que es más prioritario (una reunión, un examen, una intensa conversación, un examen de próstata…) y, de repente, ahí aparece: la idea, la musa; guapa como ella sola y con medio universo orbitando a su alrededor en perfecta sincronía. Y claro, pues tú no le puedes hacer caso y te jode tener que perderte el show por estar liado con cualquier otra historia.
Ahí lo normal es coger un boli y apuntar algo rápido para acordarte en lo primero que pille a mano; un papel, un cuadernito, una servilleta, un pecho, una calva, un cadáver… Y cruzar los dedos para que luego puedas volver a recorrer el camino sináptico que te llevó hasta allí. Lo malo es cuando después te sientas y descubres que en tu cabeza solo hay monos tocando los platillos y algún unicornio suelto.
¿Y qué haces? Pues lo que todo hijo de vecino: ir a la cocina en busca de inspiración. Pues hoy te vamos a ayudar a encontrarla. ¿Qué tomamos?
Café con canela
El café es el rey de la cafeína; la canela, la reina de los matices.
Juntándolos consigues el matrimonio perfecto. Por un lado, la combinación de olores y sabores multiplica el espectro del disfrute; mucho. Oler el café con consciencia se vuelve una aventura amarga salpicada con aromas del oriente que ya de por sí despierta. Bebérselo ya es la hostia. Además, la canela alarga el efecto de la cafeína, mejora la sensibilidad a la insulina y es vasodilatadora, por lo que llegará más sangre al cerebro yyyy pensarás mejor.
Se puede acompañar de donuts o bollería; si son con canela, claro.
Dulce con picante
Esta combinación es una tuercehuevos. Pruebas y no sabes qué pensar, qué sentir ni hacia qué sabor predisponerte. Sencillamente genial. Prueba a ponerle unas gotitas de tabasco a cualquier fruta o busca piruletas recubiertas de chile (prueba en tiendas de productos mexicanos llevadas por mexicanos); otro rollo.
Es duro, pero si puedes soportarlo, el dulce con picante es una de esas comidas que «despiertan». Tiene un efecto vasodilatador en el cuerpo que aumenta el riego sanguíneo al cerebro, facilitando su trabajo. Básicamente se te hinchan las venas, la sangre va más rápido, y como pica un huevo, todas esas maravillosas sensaciones de quemazón, pueden transformarse en algo útil dentro de ese cerebro con extra de sangre.
Un cerebro confundido es un cerebro funcionando; tenlo en cuenta.
Frescor sin igual
Bebidas muy frías, sorbetes o helados. Van fetén. Es como darte una ducha fría, pero sin tener que meterte debajo del grifo con el agua a 10º, con lo que consigues el efecto refrescante y espabilador sin la mala hostia ni las tiritonas.
Parece haber evidencias de que el cerebro humano funciona a menor temperatura que el resto del cuerpo, lo que explicaría por qué el frío nos vuelve más espabilados. Es como tu ordenador; en verano, se jode con el calor y lo refrigeras; pues con la cabeza lo mismo.
Chocolate negro puro
Otro en la lista de los afrodisiacos. El chocolate negro puro tiene ese nosequé que sabe mal pero no puedes dejar de comerlo. Es de ese tipo de sabores que requieren de un paladar maduro para saber apreciarlos; como la belleza más allá de las curvas, la sensibilidad entre líneas y la música al otro lado de los sonidos del mundo. La pureza mínima es del 80%; menos que eso es una golosina y aquí hemos venido a crear.
Respétalo, muérdelo con cariño y escucha con atención todos los matices que quiere contarte. Abre el cerebro y deja que toda esa complejidad organoléptica orqueste tus sinapsis hacia la más maravillosa de las ideas.
Idea time
Así que ya sabes, la próxima vez que quieras tener ideas y no sepas cómo, prueba con alguno de estos aperitivos creativos. Y si no funciona, vete a ligar, porque encafeinado, vasodilatado, refrigerado y enchocolatado igual hasta consigues algo.
¿Qué opinas? ¿Tienes alguna otra idea? ¿El picante da la felicidad o la felicidad viene cuando se pasa el picante?
¡Pasa buen día!
[…] antes de ir a la máquina de vending a arrasar con el chocolate, dadle una oportunidad a estos aperitivos creativos tan tan ricos. Vuestro cerebro y cuerpo de playa me lo […]