Ya sabemos cómo hacer crepes, y sabemos cómo hacer ricotta, era sólo cuestión de tiempo unirlos en esta maravilla. Una receta de lujo, texturas suave y crujiente en el mismo mordisco y sabor delicado a partes iguales.
Como entrante en una comida especial o como plato principal en una cena ligera será un plato difícil de olvidar.
Decíamos algo cremoso y ligero pero crujiente y sorprendente. Jesús, esta es complicada… A ver esta.