Las acelgas son una de las verduras más ligeras que existen pero con el trigo constituyen un primer plato o una cena por si solas, la combinación de sabores con el champiñón, las chalotas y el vino resulta suave y deliciosa.
Existen testimonios escritos de su consumo del s IX AC en Mesopotamia, egipcios, griegos, romanos las cultivaban y consumían con asiduidad. En la segunda mitad del siglo XX fueron desprestigiadas como ‘comida de pobres’ y ‘comida de animales’ y se redujo el consumo, pero en los últimos años se ha reactivado y hoy es la segunda verdura más consumida tras la espinaca.
Desde el punto de vista nutricional son un tesoro fuente de vitaminas A y K, calcio, ácido fólico, magnesio, hierro y fibra… Si a todo esto unimos el sabor excepcional de unas acelgas de cultivo biológico estamos ante un placer muy saludable para los sentidos…
Esta preparación con trigo es distinta a las fórmulas tradicionales, la he descubierto en el Thermomix Magazine de febrero 2009. Como dice el refrán ¡Quien guarda haya!
Ingredientes 4 personas:
100 gr de aceite de oliva
2 chalotas
150 gr de champiñones
150 gr de vino blanco
600 gr de acelgas frescas
200 gr de trigo de cocción rápida
700 gr de agua
Sal y pimienta recién molida
Preparación:
Lavar las acelgas y cortar en trozos grandes, poner en el vaso y programar 10 sg vel 4, las retirar y reservar, esto se hace las veces que sea necesario, normalmente 2.
Pelar las chalotas y quitar la base terrosa a los champiñones, lavar y ponerlos en el vaso junto con el aceite, programar 2 sg a vel 5, cuando pare programar 10 min, 100ºC vel 1.
Agregamos el vino blanco y programamos 5 min, 100ºC vel 1 sin el cubilete para que evapore el alcohol.
Con la mariposa en las cuchillas añadimos el agua caliente, las acelgas, sal y pimienta recién molida. Programamos 12 min, 100ºC, vel cuchara y giro a la izquierda.
Programamos 11 min otra vez a 100ºC, vel cuchara y giro a la izda, cuanda hierve el líquido añadimos por el bocal el trigo, ponemos el cubilete invertido y dejamos cocer.
Cuando termina lo vertemos en una fuente y a comer…