El ajo confitado tiene muchas aplicaciones en la cocina añadiéndolo en nuestras recetas. También es maravilloso untado en tostadas, sólo o con quesos cremosos, con fiambres suaves, sobre pan de aceitunas, pan de nueces, panes integrales con un chorro de su propio aceite aromatizado. Acompaña ensaladas, carnes a la plancha. En resumen es un comodín que no debe faltar en una despensa mediterránea.
Bastará con apretar levemente el diente de ajo y saldrá la carne asada, suave y untuosa, quedando la piel aparte.
Por otra parte confitar ajos es una buena solución cuando tenemos muchos ajos y no queremos que se estropeen. Se conservan en frascos de cristal cerrados durante muchos meses.
Es importantísimo que utilicemos ajos de calidad, mejor ajos morados y que no estén viejos.
Ni morada ni vieja. Confitada y lista para untar 😉
Ingredientes:
- Ajos morados, mínimo 3 cabezas
- Aceite de oliva virgen extra
Preparación:
Quitamos la primera capa de piel de las cabezas de ajo, separamos los dientes y los disponemos en una fuente honda que pueda ir al horno. Cubrimos con aceite de oliva virgen extra de manera que no sobresalgan los dientes de ajo.
Llevamos al horno y cocemos durante 90 minutos a 130ºC de temperatura. Merece la pena hacer una buena cantidad para aprovechar el gasto energético.
Pasado el tiempo sacamos del horno. Distribuimos los dientes en frascos de cristal esterilizados, los cubrimos con el aceite aun caliente. Me gusta usar frascos pequeños y así destino una parte a regalar.
Cerramos los frascos y los ponemos boca abajo hasta que enfríen.
Se conservan durante mucho tiempo en una despensa fresca.