Me parece que la alcachofa es uno de los alimentos más exquisitos que existen, creo que son refinadas, delicadas, sutiles, aromáticas, versátiles…
Lo dicho, soy fan incondicional de las alcachofas, me gustan de cualquier manera. Pero esta receta me ha dejado sin habla, creo que es la definitiva, increíble, indescriptible, maravillosa.
Dicen que son alucinógenas y quizá parece con tanto entusiasmo que estoy bajo los efectos de los alcaloides (que siiiii, que tiene cinarina, pero no tiene efectos alucinógenos, sino que estimula la función hepática y reduce el colesterol, que era brooooma). Ya que ha salido el tema, para la salud sus propiedades beneficiosas son incontables, ver aquí
Y a lo que iba, que esta receta me ha dejado impresionada. En noviembre estuvimos en Murcia y tomamos una tapa de alcachofas con piñones que me dejó huella de lo rica que estaba. Y andaba yo esta mañana intentando hacer algo parecido y mira por dónde lo he superado. ¡Qué rico, que simple, qué delicia!.
¡Vaya, que los Reyes Magos nos han traído una fórmula mágica con alcachofas!
Ingredientes 4 personas: (ml=mililitro, cs=cucharada sopera)
8 alcachofas hermosas (mejor ecológicas)
1 puñado de piñones
1 cebolla grande
125 ml de vino blanco
1 cs de harina
250 ml de caldo de cocer las alcachofas
Aceite de oliva virgen extra (AOVE)
Sal y pimienta
Una pizca de bicarbonato sódico
Preparación:
Limpiar y cocer las alcachofas tal y como explico aquí. Cortar cada alcachofa en 4 gajos y reservar.
Picar la cebolla menudita.
En una sartén con el fondo cubierto de aceite de oliva virgen tostar los piñones.
Retirar a un cuenco y reservar. Ojo que no se quemen que amargarán.
Retirar los piñones es fundamental porque así mantienen su textura pero han dejado su sabor en el aceite. ¡Qué hábil!
En el mismo aceite a fuego medio echamos la cebolla, sal y el bicarbonato para que se haga más rápido. Es alucinante cómo en diez minutos máximo se queda blandita blandita, con una textura de lujo.
Al echar el bicarbonato burbujea cual posesa y se pondrá amarilla. ¡No se me asusten señores!
Añadimos una cucharada de harina, integramos bien, a los cinco minutos añadimos el vino, removemos, subimos el fuego, cuando se ha evaporado añadimos el caldo de cocer las alcahofas. Movemos bien para que la salsa tenga una textura uniforme, probamos de sal y cuando vuelve a hervir añadimos las alcachofas y la pimienta recién molida. Movemos sacudiendo suavemente la sartén para no romper las alcachofas, tapamos y dejamos cocer muy despacio 10 minutos.
Para servir añadimos los piñones que habíamos reservado.
Es espectacular, la salsa merece pan, mucho y bueno. Creo que le iría de maravilla un huevo poché o a baja temperatura pero será otro día.
[…] en temporada es único y merece la pena exprimirlo en todas las versiones. Alcachofas a la plancha, con piñones, en arroz con secreto, no me canso […]