Sin duda el invierno de 2012 será recordado en mi cocina como ‘el invierno de la alubia’. Cada fin de semana sucumbo al chup chup, he publicado algunas para no olvidarlas. ¡Y las que me quedan!
Las posibilidades son enormes, y están tan buenas, y son tan fáciles, y es tan difícil comer buenas legumbres en restaurantes de diario que el fin de semana me entrego a la legumbre sin piedad. Con estos calores que nos amenazan seguro que cambio estos guisos de horas y paciencia por otros más inmediatos pero de momento vamos a aprovechar estas pequeñas maravillas de la alquimia.
En este caso tenía alubias riñón del Barco espectaculares, las alubias del Barco de Avila constituyen una denominación específica desde 1984 y agrupan variedades distintas, blanca riñón, blanca redonda, arrocina, planchada, morada redonda, morada larga y judión del Barco.
Creo firmemente que hay que consumir legumbres autóctonas, con denominación de origen y calidad indiscutibles. Son un poco más caras pero elevan el nivel de los platos, la textura y el sabor merecen la pena.
El otro punto fundamental para mí es tener una buena cazuela de hierro o de barro, las legumbres se pueden cocer en olla exprés o en cazuela de acero de forma muy correcta pero no es lo mismo. El fuego lento, el mimo y el tiempo convierten nuestro guiso en algo muy especial, magia sin prisa, un poco de reposo y tendremos algo muy rico.
Alubias anti crisis y anti depresión, es una buena posibilidad sin duda.
Ingredientes 8 personas:
600 grs de alubias riñón del Barco
500 grs de almejas
1 cebolla entera pelada
4 zanahorias peladas
3 dientes de ajo
1 hoja de laurel
Unas hebras de azafrán
Un manojo de perejil
80 cc de aceite de oliva virgen extra
1 guindilla seca (opcional)
Preparación:
La noche antes se ponen las judías en remojo cubiertas de agua fría
A la mañana siguiente en una cazuela de hierro o barro ponemos las alubias, la cebolla entera, los dientes de ajo pelados, la guindilla deshecha y la hoja de laurel. En un cuenco ponemos las almejas cubiertas de agua fría con sal para que pierdan la tierra que puedan tener y reservamos.
Llevamos a ebullición las alubias con la cocotte tapada a fuego lento, cuando hierve añadimos un chorro de agua fría para cortar el hervor, esperamos hasta que hierve otra vez y repetimos hasta tres veces. añadir el azafrán, tapar y dejar cocer lentamente hasta que estén tiernas, aproximadamente 1 hora y media o 2. A mi esta vez se me pasaron un pelín.
En una sartén poner la mitad del aceite y cuando está humeando añadimos las almejas escurridas, cuando se abran todas reservamos. Sacamos las verduras de la cocotte, las picamos y las salteamos con la otra mitad del aceite. Apartamos la hoja de laurel y volcamos en la cazuela las almejas, el perejil picado y el salteado de verduras.
Removemos con mucho mimo, dejamos cocer 15 minutos todo junto muy lentamente y dejamos reposar mínimo 1 hora antes de servir.
Es un sabor perfecto, de verdad que merece la pena.