Ha sido un arroz memorable, sobre un caldo de pescado casero y con la combinación perfecta de productos de la huerta resulta un arroz elegante, equilibrado y delicioso.
Sigo alucinando con recetas de sofrito y pimentón, y en ésta además, unos pimientos secos ahumados de la Vera. Sabores irrepetibles. El otro día leía una cita adaptada de otra cita de Brillat-Savarin, “dime lo que comes y te diré de donde vienes”, este plato nos delata porque es muy, pero muy, muy nuestro.
Es fácil y económico a la vez que un gran plato. Necesita un poco de cariño y si es posible una cazuela de hierro fundido, si no hay cazuela pondremos un poco más de cariño y quedará de lujo igualmente.
Ingredientes 6 personas: (gr=gramos, l.=litros, cc=cucharadita de café, cs=cucharada de sopa)
Para el caldo:
500 gr de espinas de merluza y gallo (pueden ser otras variedades)
3 zanahorias
1 cebolla
3 dientes de ajo
1 ramita de tomillo fresco
Aceite de oliva virgen extra
1,6 l de agua
Para el sofrito:
1 cebolla picada fina
1 tomate mediano muy maduro rallado
3 ajetes gorditos pelados en trozos de 1 cm
½ cc de pimentón dulce de la Vera
½ cc de pimentón picante de la Vera
50 gr de aceite de oliva virgen extra
Resto:
2 pimientos secos ahumados de la Vera
1 pimiento rojo
250 gr de arroz Balilla&Solana D.O. Calasparra
Sal
150 gr de gambas peladas de calidad (puse congeladas)
Preparación:
Cubrimos con agua hirviendo los pimientos secos y los dejamos hidratarse durante una hora. Transcurrido el tiempo los abrimos con unas tijeras, retiramos las binzas o semillas y con una cucharilla sacamos la carne, la reservamos.
Caldo:
En una cazuela amplia ponemos la cebolla partida en trozos grandes, la zanahoria en bastones, el tomillo y los dientes de ajo golpeados.
Añadimos 3 cs de aceite de oliva virgen extra y sofreímos durante 5 minutos con la tapa puesta, añadimos las espinas de pescado y cubrimos de agua fría. Cocemos a fuego medio-bajo durante 30 minutos retirando la espuma si se produce.
Pasado el tiempo colamos y reservamos. Debemos obtener aproximadamente 1,5 litros, si falta caldo añadimos agua hasta 1,5 l
Sofrito:
Mientras se hace el caldo calentamos nuestra olla de hierro fundido, si es esmaltada con aceite, si el interior es negro la calentamos vacía y añadimos el aceite cuando ya esté caliente.
Salteamos los ajetes 3 minutos y los retiramos, en el mismo aceite rehogamos muy despacio y con la tapa puesta la cebollita y el tomate. Lo dejamos mientras se hace nuestro caldo.
Transcurridos 25 o 30 minutos y una vez colado el caldo añadimos los ajetes que habíamos reservado y la pulpa de los pimientos secos, dejamos que se caliente el conjunto.
Añadimos el pimentón, movemos rápidamente y vertemos el caldo.
Final:
Probamos de sal y corregimos, el sabor ya es espectacular con el sofrito, el caldo, la locura.
Lavamos el pimiento rojo y lo partimos en 6 trozos grandes, quitamos las semillas y el tallo. Añadimos al caldo.
Hasta aquí podemos prepararlo con anterioridad, por la mañana temprano o incluso el día antes.
Media hora antes de la hora prevista para comer llevamos nuestro preparado a ebullición, añadimos el arroz, removemos, tapamos y cocemos a fuego medio-bajo durante 15 minutos. Debe hervir de forma uniforme pero suavemente.
Transcurridos los 15 minutos añadimos las gambas peladas, removemos, tapamos, dejamos un minuto más y apagamos el fuego. Retiramos la cazuela de la fuente de calor y dejamos reposar 10 minutos sin levantar la tapadera.
Listo para disfrutar, de verdad que es un plato muy especial.
Las cazuelas de hierro son ideales para el arroz caldoso porque distribuyen el calor de forma uniforme y la cocción es perfecta y lenta, casi no se pierde líquido y se consiguen sabores inigualables. Mantienen el calor durante mucho tiempo y así el reposo forma parte del proceso de cocinado.
Es verdad que son caras pero también es cierto que son eternas. He utilizado el modelo de IKEA SENIOR de 3 litros, le tengo mucho cariño porque fue mi primera cocotte de hierro fundido, cuesta 3 veces menos que las primeras marcas y personalmente la recomiendo.