Estos bollos son absolutamente sublimes, el aroma a cardamomo te devuelve la fe en la humanidad y te arrebata la fuerza de voluntad. Por eso lo más recomendable es congelarlos e ir sacando de uno en uno para futuros pequeños momentos de placer inconfesable. Y no, no he fumado nada raro, es sólo que son divinos.
No son difíciles pero sí son un poco pesados de hacer, lo que pasa es que el resultado compensa de largo y si los congelas los disfrutas durante semanas.
Saben a domingo por la mañana en otoño. Pongámosle una música acorde.
Ingredientes:
- 390 gr de harina de fuerza
- 210 gr de leche entera
- 75 gr de azúcar
- 75 gr de mantequilla
- 10 gr de levadura fresca de panadería
- 4 gr de sal
- Las semillas de 10 vainas de cardamomo molidas
Relleno:
- 70 gr de mantequilla
- 70 gr de azúcar moreno
- Las semillas de 10 vainas de cardamomo molidas
- 1 huevo para pintar
Preparación:
En Thermomix:
Calentamos la leche con la mantequilla a 50 ºC hasta que se deshace la mantequilla, añadimos la harina, la levadura desmigada, el azúcar, la sal y el cardamomo. Mezclamos todo durante 8 segundos a Vel 6 y programamos 5 minutos a Velocidad espiga.
Con amasadora:
Calentamos la leche en un cazo y añadimos la mantequilla, seguimos calentando hasta que se derrita. En el bol de la amasadora desmigamos la levadura y mezclamos bien con la harina, añadimos la mezcla de leche y mantequilla y con el gancho amasador amasamos durante 5 minutos a velocidad lenta.
Añadimos el azúcar, la sal y el cardamomo molido y seguimos amasando otros cinco minutos incrementando un poco la velocidad.
A mano:
Calentamos la leche en un cazo y añadimos la mantequilla, seguimos calentando hasta que se derrita. En un cuenco grande desmigamos la levadura y mezclamos bien con la harina, añadimos la mezcla de leche y mantequilla y mezclamos bien con una cuchara grande de madera.
Añadimos el azúcar, la sal y el cardamomo molido y seguimos mezclando hasta que todos los ingredientes se hayan incorporado. Pasamos a la mesa y amasamos durante 8-10 minutos.
Todos los casos:
Dejamos la masa reposar tapada en un cuenco durante una hora, no llega a duplicar el volumen.
Con los ingredientes del relleno hacemos una pasta en un cuenco pequeño.
Estiramos con el rodillo sobre la encimera espolvoreada con harina. Hacemos un cuadrado de 40 x 40 cm aproximadamente, con un grosor de 3 mm.
Distribuimos nuestro relleno por encima del cuadrado de masa de forma uniforme. La doblamos en tres como si fuese un tríptico, reposamos 10 minutos.
Con un cortador de pizza hacemos tiras, calcula el tamaño para que salgan unos 20 bollos, cogemos cada tira y la retorcemos sobre sí misma, una vez retorcida hacemos una caracola con ella y la llevamos a la bandeja de horno.
Procuramos dejar separación entre los bollos porque todavía crecerán más. Los tapamos con un paño limpio y los dejamos fermentar una hora más. No crecerán mucho.
Los pintamos con huevo batido y les podemos poner azúcar o almendras fileteadas (yo puse azúcar humedecida y quedaron de infarto). Los llevamos al horno caliente a 250ºC durante 7 minutos.
Al sacarlos del horno estarán muy blanditos pero dorados, parece que les falta horno pero no es así. Al enfriarse quedan perfectos. Si los cueces más quedarán secos.
Son deliciosos, tiernos y aromáticos, una adicción.
Si los vas a consumir en 24 horas o para regalar los puedes poner en una caja de lata, si no, mejor congelarlos. Un bollo se descongela en 10 segundos a 180 W en el microondas.
¿Qué monada verdad?
Fuente: PAN CASERO de Ibán Yarza. ISBN: 978-84-15785-54-5