No soy nada carnívora pero ante este asado, me quito el sombrero, me arrodillo y lo que haga falta… Como dice Cobritas… ¡qué locura!… sin palabras…
El cordero y yo somos irreconciliables, me gusta una vez al año pero me sienta fatal. Sin embargo el cabrito es más suave, tiene mucha menos grasa y bien asado es una experiencia. El maestro Christophe, de noselepuedellamarcocina lo prepara siguiendo instrucciones de Oscar Velasco, de SantCeloni. Y yo gracias a él y a lo bien que lo explica también.
Es una preparación fácil pero requiere: calidad excepcional del cabrito, tiempo y mimo, mucho mimo...
Ingredientes 5 personas:
1/2 cabrito con la cabeza, éste pesa 2,7 Kgs
1 limón en rodajas
1 l de agua
Sal
Preparación:
1 hora antes se saca el cabrito de la nevera para que se atempere. Se salan las piezas y se dispone el cabrito en la bandeja del horno, 1 l de agua en el fondo y 4 rodajas de limón.
Se calienta el horno a 150º, calor arriba y abajo, se introduce el cabrito y cada 20 minutos se riega con el líquido. No debe quedarse sin agua, si hace falta se añade poco a poco.
Pasada una hora y media se da la vuelta a las piezas y continuamos durante otra hora y media cada 20 minutos regando la carne con el líquido y añadiendo agua si es necesario.
Para salsear los asados es especialmente útil este artilugio, es una pipeta grande, imprescindible cuando hay poca salsa y difícil de acceder como es el caso.
Transcurridas tres horas en total sacamos las rodajas de limón, subimos a 200º la temperatura y posición aire. Las piezas deben tener la piel hacia arriba en esta fase, se mantiene así durante 30 minutos hasta que se dore.
Cuando está a punto se pasa la carne a una fuente que se mantiene en el horno apagado para que no se enfríe, se reduce la salsa, o, si está demasiado seca, se añade agua fría y se rasca para recuperar toda la esencia del asado, entonces se reduce.
Se sirve la carne con su salsa en platos calientes, de guarnición hoy había patatas al vapor…
De verdad que lo recomiendo, deja huella…
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