Los canelones se prestan casi a cualquier relleno, en el blog tenemos versiones vegetales como éstos de puerro y berenjena y como éstos de espinacas y ricota o los clásicos de San Esteban rellenos de carne.
En esta ocasión hemos preparado unos canelones de pollo y acelgas, con nueces, cubiertos de besamel y gratinados con queso rallado resultan muy especiales, suaves y a la vez profundos. Si te ha sobrado pollo asado ésta es tu receta para esta semana.
Especiales, suaves y a la vez profundos, eso 🙂
Ingredientes 4-5 personas:
16 placas de canelones precocidas
Para el relleno:
- Restos de pollo asado
- 250 g de hojas de acelga
- 1 cebolla pequeña
- 8 nueces peladas
- Aceite de oliva
- Sal y pimienta
Para la besamel:
- 800 ml de leche
- 90 g de harina
- 90 g de aceite de oliva
- Sal, pimienta y nuez moscada
Para gratinar:
- Queso emmental rallado
Preparación:
En primer lugar sumergimos los canelones en agua siguiendo las instrucciones del paquete.
Preparamos el relleno:
En una sartén ponemos un chorro de aceite, calentamos y sofreimos la cebolla picada durante 5 minutos a fuego medio, añadimos las hojas de acelga lavadas y picadas, dejamos 2 minutos y añadimos el pollo despenuzado. Añadimos sal y pimienta a nuestro gusto, apagamos el fuego e incorporamos las nueces en trocitos. Reservamos.
Preparamos la besamel:
En un cazo calentamos el aceite, añadimos la harina, removemos y tostamos unos segundos, añadimos la leche y removemos para que no quede ningún grumo. Si vemos que no se ha disuelto bien la harina trituramos la mezcla con la batidora de brazo. Calentamos sin dejar de remover hasta que empieza a hervir y espesa. Añadimos sal, pimienta y nuez moscada al gusto. Tapamos y reservamos.
Montamos los canelones:
Unimos al relleno que habíamos reservado un par de cucharadas de besamel para hacerlo más cremoso. Sobre un paño limpio extendemos los canelones, repartimos el relleno sobre las placas y enrollamos.
Elegimos una fuente rectangular apta para horno, extendemos sobre el fondo una capa fina de besamel, sobre ella distribuimos los canelones y cubrimos con la besamel restante. Si se ha quedado fría la calentamos suavemente sin dejar de remover antes de extenderla sobre los canelones.
Al horno:
Cubrimos de queso rallado y llevamos al horno durante 35 minutos a 180ºC. Si no se han tostado por encima podemos gratinar durante los últimos minutos.
A la mesa:
Un plato impresionante, no dejes de probarlo