Tenía ganas de preparar alguna receta en cazuelitas individuales, casi cualquier gratinado o plato al horno puede presentarse así y la verdad es que son monísimas. La presentación es importante a la hora de comer, diría que influye incluso en la percepción del sabor y ya se sabe…
Una visita a la despensa y voilá… puerros y langostinos congelados, casi siempre tenemos ambas cosas ¿verdad?
Además de la presentación, el sabor merece la pena, es delicado pero con matices, un plato ligero con aspiraciones de cocina especial…
Ingredientes 6 personas
6 puerros medianos
400 grs de langostinos crudos
Perejil fresco picado
75 grs de aceite de oliva virgen
2 c.s.de harina
50 cc de vino blanco
600 cc de agua o caldo de pescado
1 guindilla si gusta
Sal y pimienta
Preparación:
Pelar los puerros reservando la parte verde. Trocear la parte blanca en trozos de 2,5 cms aprox y picar la parte verde.
Cocer al vapor los troncos blancos del puerro durante 45 minutos, mientras, sofreir el puerro picado con la guindilla, el aceite y un poco de sal a fuego lento. Cuando esté transparente añadir la harina y tostarla, añadir el vino blanco y el agua o caldo, el perejil, sal y pimienta. Cocer despacito durante diez minutos desde que arranque a hervir.
Pelar los langostinos en crudo
Disponer en cazuelitas que puedan ir al horno los trozos de puerro al vapor, distribuir las colas de los langostinos y cubrir con la salsa verde. Limpiar los bordes de las cazuelitas para evitar que con el calor del horno salgan manchas (a mi me pasó)
Introducir las cazuelitas destapadas en el horno precalentado a 180º durante 15 minutos.
Tapar y dejar reposar otros 15 minutos antes de servir… ¡qué rico!..