La carne a la parrilla nos gusta mucho, y en esta época del año que la fiebre por recuperar la línea para la operación bikini 2014 arrasa, seguro que muchos apreciarán esta forma de marinar las chuletas de pavo que las transforma en un manjar.
Marinar es sumergir las piezas de carne en un medio ácido aromatizado durante un periodo de tiempo determinado. En ocasiones el propio marinado ya cuece el alimento y en otras como es ésta lo prepara para la cocción.
La carne de pavo es muy poco grasa y viene bien como alternativa al pollo y al conejo. Las chuletas de pavo son cortes de la pata del pavo y tienen un trozo de hueso en su interior. Esta pieza es más sabrosa que la pechuga, aun así preparadas a la parrilla las chuletas de pavo pueden quedar un poco secas. Con este marinado unas horas antes o incluso toda la noche adquieren una ternura y una jugosidad fantásticas además de un sabor sorprendente.
Eso sí, las chuletas fotogénicas no son, mirad rápido la foto y pasad a escuchar la música. Mucho más sugerente.
¿Ah, que quieres algo sugerente? ¡Ahí va!
Ingredientes 3 personas:
- 600 gr de chuletas de pavo
- 3 dientes de ajo
- 2 cucharadas soperas de romero fresco picado
- Pimienta recién molida
- Sal
- 3 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen extra
- 200 ml de vino blanco
Preparación:
Para hacer una buena preparación a la parrilla es imprescindible tener una buena sartén o parrilla de hierro fundido. Las parrillas con recubrimiento antiadherente no nos gustan nada. El recubrimiento es incompatible con las altas temperaturas que hacen falta para conseguir esas marcas tan sugerentes en la carne, las verduras y los pescados. Además las sartenes antiadherentes no duran nada, y las sartenes de hierro son eternas, literalmente, las nuestras durarán mucho más que nosotros.
Creo que una parrilla o plancha de hierro fundido forma parte del equipamiento que toda cocina debe tener, y es una idea buenísima como regalo para los aficionados a la cocina.
El marinado:
Machacamos en el mortero el romero con los dientes de ajo, pimienta y un poco de sal. Se forma una pasta a la que añadimos el aceite de oliva y finalmente el vino.
Ponemos las chuletas en una bolsa de plástico de congelación y añadimos el marinado. Cerramos la bolsa sacando todo el aire y masajeamos bien para asegurarnos que las chuletas están impregnadas de la preparación.
Con este truco necesitamos menos líquido que si lo ponemos en un cuenco y lo cubrimos. Lo dejamos reposar en la nevera mínimo 3 horas y mejor toda una noche.
Una hora antes de asarlas las dejamos a temperatura ambiente. Esto es una norma de oro para asar a la parrilla, las piezas deben estar a temperatura ambiente para un resultado perfecto.
Calentamos bien nuestra plancha, una vez caliente regulamos a temperatura media o media-alta, el hierro es muy buen conductor y es suficiente para un acabado tostadito. Hacemos las chuletas 4 minutos por cada lado. Una vez hechas las dejamos reposar 10 minutos tapadas y listas para la mesa.
La combinación ideal es con patatas fritas en sartén, ¡ahí ya nos salimos de la operación bikini! Estupendas también con verduras al vapor o rehogadas y con puré de patatas.
¡Que aproveche!