Los tomates en verano son una fiesta, cada vez cuesta más encontrar el auténtico sabor a tomate pero merece la pena. Casi por el color ya se activan las papilas gustativas y empiezas a salivar… parece mentira lo simple que puede ser la felicidad…
Colores, texturas y sabores aliados con el verano, rojos, verdes… el brillo del aceite de oliva… ¡madre mía qué locura!…
Pues eso, que una ensalada de pasta además de bonita y deliciosa soluciona una comida en verano, se pueden hacer grandes cantidades con poco esfuerzo, ideal para recibir y para guardar hasta tres días en la nevera…
Yo he usado unos macarrones con cresta artesanos de Sanmartí que compré en la fábrica en Caldas de Monbui, hecha con trigo duro y agua termal… increíble de rica… pero sirve cualquiera obviamente
Pocos ingredientes pero de calidad marcan la diferencia… disfrutemos…
Ingredientes 6 personas:
250 grs de pasta de colores
300 grs de tomates rojos y duros
100 grs de rúcula
1 cebollita tierna (opcional, yo no pongo)
80 grs queso feta u otro de cabra
Cebollino
Sal y pimienta
Aceite de oliva
Preparación:
Cocer la pasta en 2,5 l de agua salada siguiendo las instrucciones del paquete. Colar y dejar enfriar, de vez en cuando remover para que no se apelmace.
Mientras tanto lavar los tomates y trocearlos, lavar la rúcula, picar el cebollino y la cebollita si se usa, mezclarlo todo en una ensaladera y añadir el queso desmenuzado. Cuando la pasta está fría añadir a la ensaladera y mezclar. Corregir de sal, añadir pimienta recién molida (puse blanca) y aceite de oliva al gusto.
Dejar reposar en la nevera hasta la hora de comer, mínimo 1 hora para que los sabores se asienten … preciosa ensalada y muy rica…