Me esperan dos semanas de reposo tras una pequeña intervención quirúrgica y he empezado a aprovecharlas. Ayer a lo tonto tonto me puse a trastear por las opciones de diseño del blog y acabé cambiando el look&feel (¿se dice así nooooo?)
Indecisa como soy esta noche he tenido sueños recurrentes sobre el tono de gris que debe llevar el fondo, el color de las letras… uuuufffff…. la multitud de opciones paraliza la decisión, esta claro.
Total, que además de la frustración por todo lo que no sé de diseño y programación he conseguido que ahora las fotos sean más grandes, me parece que el aspecto es más limpio, la búsqueda más fácil y espero que a mis muy selectos y queridos lectores les haga más fácil la vida.
Y claro, me apetece publicar una entrada. Ahora que todo el mundo está pensando en las Navidades yo me descuelgo con una deliciosa y supercolorida (¿o supermonocolorida? grrrrrr….)ensalada marroquí de zanahorias.
¿Qué se le va a hacer? Me gusta llevar la contraria, ¡se llama diferenciación!
Este verano estuve en Marrakech por trabajo y volví enamorada de las ensaladas marroquíes o tapas marroquíes. Esta de zanahorias es de las básicas, aromática, ligera, estética, original… y fácil como querer a un hijo.
Encontré la receta en el blog Nueva Cocina Marroquí, de los más bonitos, interesantes y sugerentes que conozco.
Ingredientes:
Zanahorias tiernas, mejor de cultivo ecológico
Aceite de argán, en su defecto AOVE
Sal
Pizca de comino
Canela
Preparación:
Pelamos las zanahorias y partimos en rodajitas de máximo 1 cm de grosor.
Cocemos en agua hirviendo con sal o mejor al vapor hasta que estén tiernas pero al dente.
Para cocer al vapor ponemos las zanahorias en un cestillo apto para cocción, ponemos agua en una olla y cuando hierve introducimos el cestillo, tapamos y bajamos el fuego para evitar que se escape el vapor. Es fundamental que el cestillo no quede sumergido en el agua.
También se pueden preparar al vapor en en Varoma de la Thermomix claro está.
Cuando están listas las extendemos en una fuente para que se enfríen rápido hasta que estén a temperatura ambiente.
Montaje: ponemos las zanahorias en una ensaladera y aliñamos con sal, removemos, añadimos una pizca de comino y canela molida con generosidad y mezclamos otra vez. En este punto añadimos el aceite al gusto, si tenemos la suerte de tener aceite de argania excelente, si no, un buen aceite de oliva virgen extra es un muy digno sustituto.
Y listo, yo prefiero aliñar la ensalada un ratito antes de comer para que se impregnen los sabores.
¡Vaya pedazo de entrada para una preparación tan fácil! Cómo se nota que tengo tiempo
Otras ensaladas marroquíes:
Ensalada marroquí de berenjena
Ensalada marroquí de pimiento y tomate
[…] que sufro, he aquí la tercera ensalada marroquí que preparé a la vuelta de mi viaje. Tras la ensalada marroquí de zanahoria y la ensalada marroquí de berenjena cerramos el trío con la ensalada marroquí de pimiento y […]