Ya se intuye el otoño, las tardes más cortas, las mañanas más frescas… y los fines de semana lloviendo … es la vuelta a la normalidad…
Y van apeteciendo otra vez platos de cuchara, si no calientes al menos templaditos, con personalidad e ingredientes muy nuestros. Estos garbanzos fueron el resultado de ‘lo que había en mi nevera’ un día hace ya unos años y desde entonces forman parte del panorama de cada mes de septiembre…
Ingredientes 6 personas:
400 grs de garbanzos (uso la variedad lechosa de Escacena)
200 grs de cebolla
2 berenjenas medianas
1 tomate (opcional)
1 zanahoria (opcional)
300 grs de butifarra blanca
100 cc de aceite de oliva virgen
Sal
2 cc de buen pimentón (yo picante)
Preparación:
La noche antes ponemos a remojar con agua caliente del grifo los garbanzos. A la mañana siguiente pelamos y picamos las verduras muy finas, rehogamos a fuego muy lento tapadas en una cazuela de hierro fundido hasta que la cebolla está transparente y la berenjena ‘suave’. En ese momento añadimos el pimentón y removemos rápidamente, el pimentón no debe quemarse ya que entonces da un sabor desagradable.
Añadimos agua y removemos con delicadeza, cuando está caliente pero antes de hervir añadimos los garbanzos escurridos del agua de remojo y la butifarra en rodajas. Los garbanzos deben estar cubiertos de líquido aproximadamente 1 cm, si no es así añadir más agua. Cocemos tapado a fuego muy lento aproximadamente dos horas o hasta que los garbanzos están en su punto.
Rectificamos de sal y listo, gana muchísmo con el reposo, mínimo dos horas. Se puede congelar y o conservar en el frigorífico.
Buenísimo…