Inauguramos la temporada de cuchara de la mano de un gran plato, grande en sabor gracias al hueso de jamón ibérico y al sofrito con pimentón de la Vera, grande en propiedades nutricionales gracias a los garbanzos y las patatas, grande porque es apto para todos los presupuestos y enorme porque es muy fácil y escalable, estupendo para comer en compañía de muchos, muchísimos amigos. El límite lo pone el tamaño de tu cazuela, aunque siempre podemos poner dos.
Planazo de sábado en otoño, amigos, familia, y plato de cuchara para compartir, si encima te marcas un pan casero te van a hacer la ola querido. ¡Y si no que lo traiga alguien, tú ya te has currado el guiso!
¡Ay perdón! Se me va el oremus… lo cierto es que con platos así no hay excusas para no comer bien, y no hay excusas para no invitar.
Bueno bueno. ¡Lo de invitar sería si fuésemos ricos!
Ingredientes 6-8 personas:
- 500 gr de garbanzos de calidad (yo usé Lechoso D.O Escacena del Campo)
- 500 gr de patatas
- 1 hueso de jamón ibérico o 2 si son pequeños
- 40 gr de aceite de oliva virgen extra
- 2 dientes de ajo
- 1 cebolla grande
- 1 cucharadita de pimentón de la Vera picante (o dulce a gusto de cada uno)
- 100 ml de vino blanco
Preparación:
12 horas antes de empezar a cocinar pondremos los garbanzos a remojo en agua caliente.
En una olla grande, idealmente una cocotte de hierro o de barro, ponemos agua y el hueso de jamón, cuando el agua empieza a hervir añadimos los garbanzos escurridos. Dejamos cocer tapados durante 90 minutos a fuego medio.
Transcurrido el tiempo añadimos las patatas peladas y chascadas (cortadas arrancando los trozos). Mientras se cuecen las patatas preparamos el sofrito.
Pelamos y picamos ajos y cebolla, en una sartén ponemos el aceite, cuando está caliente añadimos el ajo y la cebolla y sofreímos a fuego medio hasta que están transparentes, unos 20 minutos. Añadimos el pimentón, damos una vuelta rápido para que no se queme o amargará, añadimos el vino blanco y un cucharón del caldo donde se está cociendo el guiso. Dejamos cocer durante 10 minutos y añadimos a la olla.
Dejamos cocer todo junto hasta que las patatas están en su punto, corregimos de sal, apagamos el fuego y dejamos reposar mínimo media hora antes de comer. Como todos los guisos gana con el tiempo pero al llevar patata no conviene meterlo al frigorífico. El ideal es hacerlo temprano por la mañana y calentarlo suavemente antes de comer.
Si hay prisa podemos cocer los garbanzos en olla a presión. Probad y enviadnos fotos.
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