Ignorante de mi, asociaba los gofres a esos ladrillos incomestibles que venden en las ferias, grasientos, apelmazados y sin gracia ninguna. Afortunadamente el tiempo me ha hecho reflexionar, me dije: los belgas no suelen estar equivocados materia de dulces y masas, los gofres no pueden ser ese engendro tóxico que probé hace más de veinte años.
Sabia pero tardía, después de probar las recetas con levadura de repostería, que no me convencieron, dí con ésta, que lleva levadura de panadería y reposo nocturno. El resultado es un gofre crujiente por fuera y extra tierno por dentro, se deshace en la boca y genera adicción al instante.
Se pueden tomar con mantequilla y mermelada, con Nutella (y plátano), con miel, con nata, con fruta… con lo que queramos, yo me quedo con el jarabe de arce chorreando por encima.
¡Qué delicia para desayunar el fin de semana!
Buenrolleo de domingo.
Ingredientes: 18 gofres tamaño mi gofrera
La noche previa:
- 125 ml de agua templada
- 12 gr levadura fresca, tipo Levital
- 115 gr de mantequilla derretida
- 250 ml de leche entera
- 1 cc de sal
- 30 gr de azúcar
- 360 gr de harina corriente
La mañana siguiente:
- 2 huevos batidos
- 1/2 cc de bicarbonato sódico
cc=cucharada de café, ml=mililitro, gr=gramos
Preparación:
La noche previa:
Derretimos la mantequilla en el microondas si está dura. En un cuenco grande mezclamos con varillas todos los ingredientes menos la harina, una vez emulsionado el conjunto añadimos la harina poco a poco hasta obtener una mezcla homogénea.
Tapamos el cuenco con plástico transparente o con una tapa de silicona o con un plato que encaje bien y dejamos reposar toda la noche. La mezcla crecerá y crecerá y se desinflará.
La mañana siguiente:
Batimos los huevos, añadimos el bicarbonato e incorporamos la mezcla a la masa batiendo con unas varillas hasta que está perfectamente mezclado. Podemos dejar reposar media hora más o continuar con la receta.
Y ya estamos listos para preparar los gofres, conectamos la gofrera y esperamos a que esté caliente. Mi gofrera es absolutamente básica y no tiene opciones de temperatura pero existen algunos aparatos maravillosos con opciones de acabado y temperatura. En todo caso, gofrera caliente, engrasamos las placas con una brocha pringada en aceite de girasol o mantequilla derretida y añadimos unas cucharadas de masa hasta cubrir las placas.
Cerramos la tapa y esperamos entre 5 y 8 minutos según nuestro gusto y potencia del aparato. Comprobamos el acabado y si nos parecen poco hechos dejamos un par de minutos más.
Y listos para disfrutar de una experiencia desayuno brutal, crujientes en el exterior y suaves en el interior, aromáticos y con una textura que sólo se consigue levando toda la noche.
Dos por cabeza es el mínimo que tomaréis, y ya sabes, acompañados de cualquier cosa, incluso de bacon, son una pasada.
Podemos tener la masa en la nevera durante un par de días y en cualquier momento preparar unos gofres insuperables o podemos preparar toda la masa y conservar los gofres en una bolsa en la nevera. A la hora de consumir los calentamos un minuto en la gofrera y están casi como recién hechos. Igualmente podemos congelarlos y conservar en una bolsa hermética hasta 3 meses y descongelar directamente en la gofrera.
¡Vivan los fines de semana y los desayunos sin prisa!
Fuente: The kitchnn, es como el paraíso de los aficionados a cocinar
[…] tres grandes familias de gofres. La primera es la familia de gofres con masa levada, como los gofres crujientes que ya publicamos y que son nuestros favoritos, son los gofres auténticos, los gofres belgas y […]