
Bueno bueno bueno… Con que hoy es Halloween, ¿eh? La noche de los muertos vivientes, los zombies, las momias, los hombres lobo, las ouijas, las brujas, las calabazas, las vampiresas y el despendole general; porque no nos engañemos, en Halloween las faldas son todas una media de 3 cm más cortas y la gente va por ahí sobándote y mordiéndote como si lo de ser un ente del inframundo te diese vía libre de magreo. Desde luego…
También es la noche de invocar a los espíritus; noche de historias y noche de sorpresas (y de sor presas; y con cadenas y sangre, que yo las he visto). Una noche en la que lo oscuro y la sangre toman protagonismo, y en la que de repente todo el mundo quiere tomar parte en alguna sesión de ocultismo. Noche en la que todos los avatares se vuelven monstruosos y los blogs de cocina se llenan de recetas con calabaza y dedos y gusanos y cosas súper obvias.
En Casita hemos estado a punto de pasar y poner una receta de judías verdes (que ojo, hay a quién le acojonan más estas que el monstruo de Frankenstein), pero en el último momento nos ha dado un ataque de originalidad y sadismo y hemos decidido hacer un sacrificio a los dioses del inframundo: la hamburguesa sangrante.
¡Que no cunda el pánico! Porque los que se queden a nuestro lado estarán a salvo; de momento…
Ingredientes (para 2 mortales o 1 semidiós):
- 500 g de carne de ternera picada
- 1 huevo
- 1 cucharada de pan rallado
- Ketchup
- 2 masas de empanadillas
- Sal
- Ajo en polvo
- Sazonador barbacoa