Ingredientes:
-400 g de carne picada
-Arroz cocido (150 g en seco)
-media cebolla
-2 zanahorias pequeñas
-un tomate
-Aceite
-sal
-especias (orégano, pimienta y toque marruecos)
-un chorrito de cerveza
Preparación:
Aviso: el procedimiento puede parecer anárquico y aleatorio hasta la saciedad, pero en realidad responde a un complejo algoritmo de planificación temporal que permite optimizar los tiempos de ejecucución hasta límites insospechados (o eso quiero creer yo…). De todas formas sois libres de alterar el orden al gusto.
Lo primero de todo es mantener la calma, lo segundo, perderla y empezar a correr por la cocina agitando los brazos hasta que demos la pena suficiente como para ponernos a trabajar. Ahora que nos hemos relajado, ponemos aceite en una sartén a calentar y vamos especiando la carne picada con una mano mientras con la otra la amasamos. Si las especias son de tipo molinillo y requieren de dos extremidades podemos pedir ayuda o probar con un pie a ver qué pasa (esa no la recomiendo). Cuando la sartén amenace con convertirse en el averno, dejamos a nuestro pinche amasando la carne y cortamos las zanahorias a todo trapo teniendo cuidado de no rebanarnos ningún dedo y las echamos en la sartén con la vitro a fuego medio. Llegados a este punto, cortamos la cebolla en gajos, echamos en la sarten y pochamos.