Ficha Técnica:
Nombre: Carmen (@Cacirupeca)
Edad espiritual: 7
¿Qué haces con tu vida? Vivirla
Una manía: Poner los colgantes y pendientes a la gente en su sitio
Un sabor de la infancia: Los caramelos vampiro; estos rojos chiquitines 🙂
Un olor: A orégano
Las croquetas, ¿de tu madre o de tu abuela? ¡Eso no se pregunta! (¡Plas!)
Au… La cocina, en 3 palabras: Sartén, postres, empacho
¿Por qué esta receta? Porque es Navidad, y en mi casa es típico hacer roscones como roscas (ja… ja…) desde que era chiquitita.
Esta receta se la dio un panadero muy famoso de Madrid a mi abuela. Resulta que mi bisabuelo le fabricó el horno al susodicho panadero, y mi abuela solía ir a hornear a la panadería los roscones hechos con la receta original. Esta es la receta original tal cual, pero hecha en Thermomix.
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Como prometimos en su día, cuando empezó toda la vorágine navideña esta, aquí tenemos nuestra receta maestra; con colaboración especial. Así aprovechamos además para inaugurar nuestra serie de «Hoy cocina…», donde abrimos las puertas de nuestra cocina a cocineros poco usuales.
La dinámica es sencilla: si alguien nos gusta, le invitamos a casa y le dejamos libertad total para que cocine lo que quiera, siempre y cuando se deje sacar fotos. Después, le dejamos un huequecito en el blog y su obra quedará inmortalizada por los siglos de los siglos; o hasta que Google muera.
Bueno, qué, ¿queréis roscón?
Ingredientes (para un roscón de 1 kg):
- 150 ml de leche
- 120 g de aceite
- 150 g de azúcar
- Cáscara de 1/2 naranja
- Ralladura de 1/2 naranja y 1 limón
- 3 huevos
- 50 g de levadura fresca
- 500 g de harina de fuerza
- frutas confitadas para decorar
- 1/2 cucharadita de sal
- 2 cucharadas de agua de azahar
- Azúcar granulado para decorar
- 1 monigote para meter de regalito
Preparación:
Lo primero de todo es deshumar el aceite con la naranja. Para esto, ponemos en un cacito el aceite y la cáscara de naranja y lo dejamos a fuego medio-bajo hasta que el aceite empieza a hacer burbujitas y a echar un poco de humo. Cuando llega a este punto, apagamos, apartamos y dejamos en infusión hasta que se enfríe. Esto de deshumar es para darle al aceite un toque sutil a naranja. Hay que ser cuidadosos con el tiempo que está en el fuego para que no se quede ni demasiado crudo, ni demasiado hecho. Tampoco queremos que sepa a frito…
Ponemos el azúcar en la Thermomix y lo pasamos 30» a velocidades 5, 7 y 9; 10» en cada una. Después, añadimos las ralladuras de naranja y limón y repetimos otros 30» a velocicades 5, 7 y 9. Para los no Thermomixeros, toca coger el mortero y machacar como unos campeones.
A continuación, echamos la leche y programamos 2′ a 40º, velocidad 5. Cuando termina, añadimos, en orden: aceite, levadura, 2 huevos, agua de azahar y sal, y programamos 30″ a velocidad 5. La cocinera hizo hincapié en seguir el orden de adición de los ingredientes a rajatabla, y no seré yo quien se lo discuta. Para los que no tengan Thermomix, cazo, cucharón y a remover a mano.
Lo siguiente es mezclar la harina. Primero ponemos la mitad y mezclamos 20″ a velocidad 6; después, añadimos el resto y programamos 3′ a velocidad espiga. Los no Thermomixeros, ¡aaaaa pringarse y amasar!
Dejamos reposar la masa tapada con un trapo hasta que dobla su tamaño. Dependiendo de la temperatura, esto puede llevar entre 45′ y 1 hora larga. Lo más importante es no desesperar ni tirarse de los pelos si no sube, que con este clima y este frío, las levaduras tardan más en actuar.
Lo siguiente es lo más divertido. Nos pringamos las manos de aceite y sacamos la masa. Le damos un par de vueltas, hacemos una plasta uniforme y nos preparamos para darle forma de rosca gordota. Para esto, primero hacemos un agujerito en el centro y vanos abriendo la masa hacia el exterior poco a poco hasta que coge forma de churro circular. No escatiméis con el tamaño del agujero, porque luego el roscón dobla su volumen.
Precalentamos el horno a 42º y escondemos la sorpresa. ¿Qué sorpresa?
¿Y dónde?

¡No olvidéis envolverla en papel de horno!

Ahora que tenemos nuestro secreto a salvo, decoramos con la fruta escarchada, ponemos un vasito con agua en el centro y metemos en el horno a 42º unos 10′ hasta que doble su tamaño.
Cuando coge esta pinta tan deliciosa, subimos la temperatura a 190º, seleccionamos calor superior e inferior y programamos 20‘. A los 10’ empezaréis a notar como la casa se inunda de un olor demasiado bueno para ser cierto.
¿Qué decir…? ¡Gracias Carmen! Estaba tan bueno que a los 5′ de salir del horno el roscón tenía esta pinta:
Y solamente lo había probado yo.
¡Que aproveche!