Es inevitable adaptar los platos a las estaciones del año y cuando nos ‘atropella’ el calor como ahora apetecen sobre todo platos fáciles de comer, de digerir, de recordar…. la foto no es lo que esperaba pero el sabor compensa…
Las lasañas sin besamel son crujientes y mucho más ligeras que sus parientes cremosas. A mi me parecen ideales en primavera, una ensalada verde o una crema fría completan así una comida o una cena de lujo.
Esta versión se hace con verduras al gusto y filetes de pescado tipo lenguado, yo uso limanda que se compra congelada y tiene un sabor y una textura muy ricos.
Ingredientes para 6 personas:
9 placas de lasaña Barilla
Verduras al gusto:
(1 calabacín,
1 berenjena,
2 cebollas tiernas,
champiñones)
400 grs (6 filetes) de limanda u otro pescado blanco
300 grs de tomates maduros
queso rallado para gratinar
1 cucharadita de azúcar
sal y pimienta
aceite de oliva
zumo de limón
mantequilla
Preparación:
Remojar las placas de lasaña, trocear las verduras menudas menos los tomates y saltear con aceite de oliva en una sartén preferiblemente de hierro. Cuando estén tiernas añadir el tomate rallado, albahaca, una cucharadita de azúcar, sal, pimienta y albahaca fresca. Dejar reducir 15 min a fuego bajo.
Salar los filetes de pescado y rociar levemente con unas gotas de limón
Engrasamos una fuente de horno rectangular, cubrimos el fondo con tres placas de lasaña, extendemos la mitad de las verduras, tres filetes de pescado y queso rallado, otra capa de pasta, verduras, pescado y queso.
Para rematar ponemos las últimas tres placas de lasaña, cubrimos con queso y añadimos bolitas de mantequilla.
Al horno a 200º con calor arriba y abajo durante 35 minutos o hasta que esté tostadita.
Diferente, completa y original, a mi me encanta….