Es curioso cómo evoluciona el gusto a lo largo de la vida, de pequeña las lentejas eran para mi la comida más odiada, mi peor pesadilla. En casa reinaba la buena costumbre de que todos comíamos de todo, si no te gustaba un plato comías menos, pero comías, y si te gustaba comías más, con el límite de la buena convivencia claro.
El día que había lentejas era un suplicio, es divertido que ahora sea uno de mis legumbres favoritas. Me gustan de cualquier manera y la versión de hoy de forma especial.
Como curiosidad diré que es uno de los alimentos más antiguos cultivados por el hombre. Se han encontrado semillas de lentejas en excavaciones realizadas en Halicar, en Turquía de 5.500 AC. Y ya fueron consideradas alimento básico por los antiguos egipcios. La combinación de legumbres y cereales es dietéticamente una fórmula muy equilibrada, las lentejas son más digestivas que garbanzos o judías y hace poco leía que deben ser la ‘legumbre de cabecera’ de personas con grupo sanguíneo A.
Como he dicho a mi me encantan, las preparo habitualmente en una olla de barro o de hierro durante horas, a fuego lento, los sabores se respetan, parece mentira cómo con tan pocos ingredientes y tan humildes podemos conseguir un plato tan rico.
Cierto que si hay prisa en olla rápida se preparan volando pero prefiero la preparación lenta, con cariño y paciencia, normalmente hago cantidad suficiente para dos o tres veces y congelo.
Ingredientes 6 personas:
350 grs de lentejas de la Armuña
500 grs de acelgas
1 cebolla entera
2 dientes de ajo
150 cc de aceite de oliva virgen
1 cucharadita de buen pimentón dulce
1/2 cucharadita de buen pimentón picante
1/2 cucharadita de tomillo
Sal al gusto
Preparación:
Se ponen las lentejas remojadas previamente 12 h en agua fría junto con el resto de los ingredientes (menos la sal) en una olla de barro o de hierro, se tapa y se pone a cocer a fuego lentísimo durante 3 h (en Ollamatic o slow-cooker 4 o 5 horas posición máximo), debe hacer chup chup pero sin agresividad, piano piano…
Pasado el tiempo se añade sal, se verifica el punto de cocción, deben estar tiernas pero no deshechas y se dejan reposar, al día siguiente están aún mejor…
A mi me encantan tal cual pero también se puede añadir chorizo o un hueso de jamón al inicio…