Me encantan las legumbres, todas ellas, además está el refuerzo intelectual de todas las propiedades nutritivas y de prevención de enfermedades que atesoran. El problema es que me gustan tanto que no las pido en cualquier sitio, sólo súper calidad y claro, esto me lleva a que básicamente como legumbres los fines de semana en casa.
Esto vuelve a ser un problema porque la recomendación de consumo es mínimo dos veces a la semana, creo que voy a empezar a incluirlas en las cenas para equilibrar.
Hoy lentejas buenísimas, de ‘La Armuña’, con denominación de origen y cultivo nacional. Esta versión es la de toda la vida, la más repetida pero me apetecía publicarla para no olvidar. La receta es facilísima y sólo necesita dos condiciones, legumbres de calidad y aplastar las especias y las hierbas en el mortero.
Ese instrumento tan antiguo y tan genial que permite incorporar sabores maravillosos extrayendo sus jugos sin calentar, la pasta que se obtiene es pura magia. Sólo falta aceite de oliva virgen, choricito, pimentón de La Vera y calor, esto es alquimia para principiantes.
Ingredientes 6-7 personas: (cs: cucharada sopera, cc: cucharada de café)
500 grs de lentejas de La Armuña
2 chorizos para guisar (300 grs)
3 dientes de ajo
1 cs de pimienta blanca en grano
2 clavos de olor
1 cc de tomillo
1 cc de orégano
1 cc de pimentón de La Vera (en mi caso picante)
1 cebolla mediana pelada
AOVE y sal gorda
Preparación:
La noche anterior se ponen las lentejas a remojar cubiertas de agua fría en recipiente no metálico. Tras 8-12h se ponen en una cazuela de barro o de hierro, se añade el chorizo cortado en rodajas de 2 cms y la cebolla pelada entera.
En el mortero se ponen los dientes de ajo pelados, la pimienta, los clavos, las hierbas y la sal gorda. Se machaca hasta obtener una pasta bien integrada y se añade a la cazuela. Se añade un poco de agua al mortero, se mueve con una cuchara para recoger todos los restos y el sabor del majado y se añade a la cazuela.
Se cubre de agua 1 cm por encima de las lentejas, añadimos un chorro generoso de AOVE y llevamos a ebullición a fuego lento.
Cocemos tapado despacito algo menos de 2 horas (en Ollamatic o Slow-cooker 4 o 5 horas posición ‘máximo’), verificar el punto cuando haya transcurrido hora y media. Cuando estén en su punto de cocción corregimos de sal y dejamos reposar un ratito antes de comer. A mi me gusta comerme la cebolla pero se puede retirar o triturar e incorporar al conjunto para que no se note
En mi opinión están mejor de un día para otro como casi todos los guisos