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Más mono… |
¿A quién se le ocurre ponerse a cocinar a las 8 de la mañana? Bueno, pues a mí. Tal vez sea por eso que cuando le pedí a mi madre una receta de lomo y me mandó un mail que ponía «Lomo a la naranja» terminó saliendo este engendro adolescente, asiduo a los parques y maltratado por los vicios. ¡Lo tiene todo! ¡Como en los mejores botellones!
Ingredientes (Para 3 o 4):
-Un troncho de lomo de cerdo
-Dos cebollas (eran 3, pero yo tenía 2, así que…)
-Dos puerros (de aquí lo de «emporrado»)
-Un chorro de cerveza
-Aceite de oliva
-Sal
-Pimienta
-Legañas
Preparación:
A las 8 de la madrugada todos estamos un poco tontos, y además se había terminado el café y el chino no abría hasta dos horas después. No hagáis como yo y salpimentad (toma palabro) el lomo lo primero de todo. No hagáis como yo y doradlo en la olla lo segundo de todo. No hagáis como yo y reservadlo luego. Ahora bien, haced como yo y poned las cebollas cortadas en tiras (¿gajos, medialunas, ristras, boomerangs? ¿Cómo se dice?) y el puerro rodajeadito (ahí va otro palabro) a fuego medio a pochar en la olla.
Cuando la fauna vegetal (me lo paso bomba, ¿que no?) empiece a ponerse tontorrona y nos mire con ojitos, deberemos satisfacer sus deseos y ofrendarles con el pedasso de lomo morenito y un trago de cerveza recién salida del frigorífico (que ya pensaréis «¡joder, este tío no para de cocinar con birra!» Pues sí, pero es que no sé cómo, todas las semanas aparece una botella medio llena en la nevera… Será un poltergeist, ¡pero hay crisis y habrá que aprovechar!), dejamos tapado 45 minutos a fuego medio y nos vamos a hacer otros menesteres.
Cuando la casa entera apeste (con amor) a delicia y haya transcurrido el tiempo estipulado, apagamos, miramos con ternura, sacamos foto y contamos las horas que quedan para disfrutarlo.
Ay… la adolescencia… Qué recuerdos me han llegado de repente…
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A ésta no llegué |