Dicen que el desayuno es la comida más importante del día. Yo discrepo.
El desayuno es el momento más importante del día, todito él. Un buen desayuno bien estructurado puede ser la diferencia entre un día maravilloso y un día más bien tirando a mediocre. O por lo menos te puede preparar para que, sea cual sea el día que te espere, tú puedas hacer de él el mejor día posible.
Vamos a comparar dos escenarios a ver cuál os llama más. Pero antes… ¿música?
Ceporreitor
Suena el despertador y tú sigues en el séptimo sueño. Así que lo retrasas, lo retrasas, lo retrasas y lo retrasas hasta que te das cuenta de que ya no te da tiempo a llegar a tiempo a ninguna parte.
Sales de la cama hecho una furia y con el pelo a juego, te das media ducha, te pones lo que sea, deglutes un café y sales corriendo de casa confiando en que todo el mundo llegue igual de tarde que tú allá donde vayas.
Desayuneitor
Suena el despertador y tú sigues en el séptimo sueño; pero eso no es suficiente para frenar tus deseos desayunatorios. Así que lo apagas, sales de la cama hecho un amor y con la sonrisa a juego, y enfilas el camino a la cocina con la confianza plena de que el café será tu salvación.
Preparas tu dosis de cafeína y, mientras saboreas los primeros sorbos, decides con mimo qué pieza de repostería será la encargada de darle textura al primer mordisco del día.
¿Muffins?
Tal vez unas muffins… Pero no cualquier muffin, no. ¡Muffins caseras de almendra con copos de avena!
Estas muffins te dan la energía equivalente a una explosión nuclear chiquitita; lo suficiente como para afrontar cualquier lunes a primera hora. Yo los utilizaba para entrenar de buena mañana y amigos… ¡qué entrenamientos!
¿Donuts?
Pero no cualquier donut, no. Donuts caseros, cremosos y hechos con mimo. Mini donuts de espelta y queso de Burgos.

Estas redondeces se deshacen en la boca al primer mordisco y te sumen en un microcosmos de ternura mientras se mastican. Solo tienen un pequeño problema… ¡Son adictivos y no podrás parar!
¿Mini bundt cakes?
Si quieres sentirte como un rey, nada como una buena corona. En este caso son 12 mini coronas, o Mini bundt cakes de jengibre y limón:

Créeme si te digo que te volverás fan de su textura y su sabor. El limón les da un toque ácido peleón, el jengibre un final exótico y la combinación de la forma con los ingredientes convierte a cada mordisco en una experiencia irrepetible.
¿Bollos?
Y más concretamente, Bollos de canela y espelta:

Como los cinnamon rolls de toda la vida (desde que han llegado a España, claro), pero en versión ultrasana, resabrosa y recién hecha. Te reto a comerte solo uno.
¿Bizcocho?
Un bizcocho puede parecer la solución más tradicional, pero ya sabéis que aquí no nos gusta hacer las cosas tan tradicionales… así que hicimos un Bizcocho de requesón y avellanas:

Este sí que es indescriptible. Diría que es cremoso por el requesón, ¡pero es que además cruje por las avellanas! Y ya cuando te lo metes todo en la boca y masticas se convierte en una experiencia totalmente aleatoria de sabores y crujidos y melosidad y, sobre todo, de sabor.
Lo que sea
Al final decides coger un trocito de cada y sentarte tranquilamente a saborearlo. En ese tiempo, aparte de deleitarte con los sabores de la mejor repostería hecha en casa, aprovechas para reflexionar, organizar el día, revisar las últimas entradas de Ya Estamos en Casita y relajarte. Con un comienzo así, el resto del día solo puede vivirse sonriendo.
¡Buenos días!
[…] todavía más del desayuno, si la agenda lo permite y con la pereza que acompaña al calor los desayunos se alargan y más aún en compañía. Este 2014 está siendo el verano de los huevos pasados por […]