Esta versión de nuestros queridos muffins incorpora mango fresco, perfecto para variar de vez en cuando, el toque de fruta se agradece después de estas semanas de comer y comer y comer ….
Han quedado fenomenal, suuuuper tiernos, esponjosos, aromáticos, indecentemente suaves, creo que el truco es, además de la temperatura del horno (180º con aire, 200º sin aire), y además de no meterlos en el horno hasta que está caliente, y además de no abrir el horno mientras se cuecen, como decía creo que el truco añadido es … que además de la levadura llevan media cucharadita de bicarbonato…
Ingredientes:
250 grs de mango en trocitos (peso limpio)
250 grs de harina Bizcochona (con levadura incorporada)
1/2 cucharadita de bicarbonato sódico
1 huevo grande
125 grs de azúcar
1 cucharadita de esencia de vainilla
80 cc de aceite de oliva
125 grs de yogur natural
125 grs de queso fresco batido (se puede sustituir por yogur)
Preparación:
En un cuenco grande de repostería se bate el huevo con el azúcar y la vainilla hasta que está como una pomada, se añade el yogur y el queso, batimos para incorporar, añadimos el aceite, batimos, añadimos el mango en trocitos, batimos y por fin la harina tamizada con el bicarbonato. Incorporamos la harina con delicadeza con movimientos envolventes y trasladamos la masa a los moldes de muffins.
Dejamos reposar un mínimo de 30 minutos en el frigo, encendemos el horno a 180º en posición turbo (200º en hornos sin aire forzado) y cuando ha alcanzado la temperatura metemos los moldes con la masa en la posición de altura media.
Aproximadamente 20 minutos más tarde estarán listos, dejamos enfriar en los moldes durante 15 minutos, desmoldamos y dejamos enfriar del todo.
Muy ricos, el contraste del mango con el bizcocho es memorable… mmm…