El clásico, con garbanzos, bacalao, espinacas y sofrito de cebolla y pimentón. Una gloria vaya. Durante años le tuve una manía tremenda al bacalao y esta primavera lo he vuelto a descubrir. ¡Qué rico!
El sabor que tiene este plato es impresionante, necesitamos calidad en la materia prima y en particular en el aceite. Éxito garantizado. Además es un plato equilibrado, saludable y nutritivo.
En el blog tenemos varias recetas con garbanzos pero me faltan las de siempre, hoy el potaje y cualquier día pondré el cocido que me encanta y es un fijo en casa.
Ingredientes 6 personas: (gr=gramos, ml=mililitros, cc=cucharadita de café)
400 gr de garbanzos (Suelo usar D.O. Escacena del Campo)
3 huevos
500 gr de espinacas frescas (o más o menos, según gusto)
200 gr de bacalao salado de calidad
80 ml de aceite de oliva Virgen Extra
1 cc de pimentón de la Vera dulce
1 cc de pimentón de la Vera picante (si gusta, si no dulce)
300 gr de cebolla
4 dientes de ajo (morado mejor)
1 hoja de laurel
Preparación:
24 horas antes se pone el bacalao en remojo cubierto de agua fría, debe estar 24 horas y si nos acordamos cambiamos el agua un par de veces.
La noche anterior se ponen los garbanzos en un cuenco grande y se cubren con agua caliente del grifo. Necesitan entre 8 y 12 horas de remojo.
Transcurrido el tiempo se ponen en una olla con el laurel y el bacalao en trozos, todo cubierto de agua caliente, quedan bien en olla a presión 40 minutos o sin presión 2 horas o hasta que estén tiernos pero enteros.
Mientras se cuecen los garbanzos preparamos el sofrito, pelamos y picamos la cebolla y los ajos muy pequeñitos. Ponemos el aceite a calentar en una sartén honda y cuando echa humo añadimos la cebolla y el ajito. Bajamos el fuego y lo dejamos hacerse despacio durante media hora, sin que se queme. Pasado el tiempo añadimos el pimentón, movemos bien y apagamos el fuego inmediatamente. Si se quema el pimentón amarga y hay que tirar el sofrito y volver a empezar.
Cocemos los huevos 10 minutos en agua hirviendo con un chorro de vinagre para que no se rompan y los enfriamos con agua fría. Pelamos, picamos y reservamos.
Lavamos las espinacas, escurrimos, cortamos y reservamos.
Cuando los garbanzos están cocidos añadimos las espinacas, agua si es necesario y el sofrito, dejamos cocer sin presión 15 minutos despacito, añadimos el huevo, removemos, corregimos de sal, tapamos y dejamos reposar mínimo media hora antes de comer.
Al día siguiente está aun más bueno como casi todos los guisos. Es un plato ligero, apto para el calor si no se toma demasiado caliente y funciona como plato único.