Me gusta cada vez más la pasta fresca casera de sémola de trigo duro, sin huevo. Queda impresionante, y el sabor es muy delicado.
Combina a la perfección con una salsa de setas, setas secas que tenemos que rehidratar antes de utilizar. En esta ocasión unas trompetas amarillas. Un plato de lujo preparado con mucho amor.
¿Música italiana quizá?
¡Oído cocina!
¡Oído cocina!