Hacía tiempo que no nos dejábamos atrapar por la magia del Wok, ese utensilio maravilloso que transforma cualquier ingrediente en un festival de sabores y texturas, eso sí, siempre con un toque de guindilla, mejor si las secamos en casa.
En este caso teníamos unas espinacas languideciendo y un resto de arroz cocido. Añadiendo un puerro, un poco de atún al natural y un chorro generoso de salsa de soja quedó esta maravilla.
¡Música maestro!
La mejor opción sería poner algo oriental. La segunda mejor opción siempre es Muchachito 😉
La mejor opción sería poner algo oriental. La segunda mejor opción siempre es Muchachito 😉