Los nombres de las entradas son un mundo, inicialmente ésta iba a llamarse «cerdo picante», pero claro, parece un insulto y nada más lejos de las intenciones de este plato.
Esta maravilla busca inspirar, deleitar, dejar un recuerdo imborrable en los afortunados que la prueban.
Dos ideas para triunfar, un buen Wok y la salsa de pescado. Este ingrediente marca la diferencia, en platos de carne da un toquecito umami espectacular. Ale, a la sección de productos orientales del supermercado a por ella.
La técnica para cocinar al wok consiste en (i) marinar las carnes o pescados, (ii) trocear las verduras y (iii) paso rápido por el wok a temperatura alta. El éxito está servido.
Ahora que releo lo que lleva escrito la mami… ¿Quién es un cerdo picante que no para de decir «Uuuuuh… ¡¡mami!!»? Pitbull, claro.
No me malinterpretéis, la base es buenérrima.
Ingredientes 4-6 personas: (gr=gramos, cc=cucharadita de café, cs=cucharada de sopa)
750 gr de solomillo de cerdo
2 zanahorias mediananas
2 cebolletas medianas
8 dientes de ajo
3 cs de salsa de pescado
3 cs de salsa de soja
1 cs de pasta de curry
1 cc de sambal oelek (en su defecto 3 guindillas)
400 gr de arroz jazmín
1 estrella de anís
2 vainas de cardamomo
Preparación:
Con antelación mínima de 2 horas y máxima de 24 partimos el solomillo en rodajas de 1,5 cm y luego por la mitad a lo largo, lo ponemos en un cuenco de cristal o cerámica y añadimos los ajos picaditos, una cebolleta picadita, la salsa de pescado, el sambal oelek, la salsa de soja y la pasta de curry.
Mezclamos muy bien para asegurarnos que toda la carne está en contacto con la marinada, tapamos con un film y lo dejamos en la nevera hasta el momento de cocinar.
Preparamos el arroz, hay que lavarlo mucho para que pierda el almidón y quede suelto, lo lavamos bajo el grifo en un colador y luego lo dejamos en remojo, cambiamos el agua dos o tres veces.
Cuando estamos listos para cocinarlo, escurrimos el arroz en un colador, y lo ponemos con agua en una olla que tenga tapa.
La cantidad de agua será una vez y media el volumen de arroz, para ello yo mido el arroz con un vasito antes de lavarlo y luego ponemos por cada dos vasos de arroz tres de agua.
Añadimos sal, la estrella de anís y las vainas de cardamomo abiertas. Tapamos y llevamos a ebullición, cuando empieza a hervir bajamos el fuego y cocemos sin destaparlo durante 15 minutos o el tiempo que indique el paquete. Pasado el tiempo apagamos el fuego, destapamos, removemos y listo. Reservamos tapado. El aroma del arroz preparado así es delicado y exquisito, combina muy bien con la potencia de la carne picante.
Media hora antes de comer pelamos la zanahoria y partimos en bastoncillos o la rallamos con un rallador grueso. Pelamos y picamos la cebolleta que nos queda.
Mi wok es de hierro fundido, así que lo calentamos sin aceite, cuando está a punto añadimos un mini chorro de aceite de oliva y la mitad de la carne, salteamos alegremente sin dejar de mover durante 2 minutos. Cuando toda la carne ha cambiado de color y tiene un atractivo tono tostado la sacamos a un plato y reservamos.
Repetimos la operación con la otra mitad de la carne, es importante que la temperatura del wok no baje mucho y que la comida se cocine a temperatura alta. Por eso merece la pena proceder por partes aunque de pereza.
Reservamos toda la carne junta, añadimos otro mini-chorrito de aceite de oliva y añadimos las verduras troceadas, le iría bien el pimiento rojo, si vuestros comensales no son anti-pimiento añadidlo sin miedo.
Salteamos 3 minutos alegremente sin parar de remover con dos tenedores de madera y cuando estamos listos volcamos la carne reservada sobre la verdura.
Salteamos todo junto para que se integren los sabores y la temperatura suba en todo el conjunto, 2-3 minutos será suficiente.
Dejamos reposar 5 minutos tapado y a la mesa.
Servimos con el arroz aromatizado. La combinación merece la pena. Con estas cantidades no pica mucho, es un picante muy moderado, al gusto occidental, iniciados poner más sambal oelek. ¡Espectacular!