¡Hola de nuevo! Mucho tiempo sin pasarme por aquí. Es que estaba renovando la cabecera del blog… y tal… y el IVA, que lo han subido… y lo de los sobres… y lo del Papa… y todo eso… y que no cocinaba nada interesante ni digno de ser contado, pa qué vamos a engañarnos. Pero ya estoy de vuelta. ¿Me echabais de menos?
En fin, lo de hoy vamos a titularlo «multitasking culinario para dos fogones en Sol menor» (lo del Sol menor porque estaba atardeciendo) y está bueno de narices, amén de ser moooy fácil de hacer una vez superados los pasos iniciales de familiarización con la transferencia de espátula bifogonal.
Ingredientes:
-2 solomos de pavo
-1 puñaíco de avellanas
-1 vasito de leche
-1 pellizco de sal
-5 vueltas de molinillo de pimienta
-1 chorrico de aceite
-1 cronómetro
-1 sartén con tapa que cierre
(Nótese la pulcra y exclusiva utilización de medidas del Sistema Internacional de unidades)
Preparación:
Agarramos dos sartenes (a partir de ahora Sartén Solomos y Sartén Salsas) y rociamos gentilmente con aceite de oliva. Ponemos a calentar a fuego fuerte y en el meanwhile salamos los solomillos de pavo y machacamos las avellanas con el mortero hasta que se quedan fragmentadas y dóciles (¡divide y vencerás!).
Cuando las sartenes humean, bajamos el fuego de la sartén salsa a la mitad y ponemos el cronómetro a funcionar. Van a ser 15′ de frenetismo y 15′ de larga espera.
00:00 –>
Sartén Solomos: Recostar los solomillos previamente salados en el lecho de la sartén y disfrutar del chisporroteo del aceite haciendo bien su trabajo.
Sartén Salsas: Poner a rehogar las avellanas.
01:00 –>
Sartén Solomos: Voltear educadamente los solomillos.
Sartén Salsas: Verificar que la avellana no se carboniza y retirar del fuego en caso afirmativo.
02:00 –>
Sartén Solomos: Tapar y reducir el fuego a menos de la mitad.
Sartén Salsas: Añadir la leche y la pimienta y dar un par de vueltecitas.
05:00 –>
Sartén Solomos: Mirar con cara de interesante SIN tocar la tapa.
Sartén Salsas: Vueltecitas para que no se pegue.
08:00 –>
Sartén Solomos: Pasearse por delante con cara de autosuficiencia SIN tocar la tapa.
Sartén Salsas: Vueltecitas para que no se pegue.
12:00 –>
Sartén Solomos: Resistir fuertemente la tentación de levantar la tapa a ver qué está pasando. Morderse el puño. Morderse los codos.
Sartén Salsas: Vueltecitas para que no se pegue. Añadir agua si se reduce demasiado (también se puede retirar del fuego, pero ya no tendría gracia).
15:00 –>
Sartén Solomos: Apagar el fuego. Abrir la tapa MMMMMUYRÁPIDO, verter el contenido de la Sartén Salsas y cerrar la tapa TOOOODAVÍAMÁSRÁPIDO para que se escape la mínima cantidad de vapor posible.
Sartén Salsas: Verter el contenido dentro de la Sartén Solomos.
15:02 –>
Largarse a pasear 15 minutitos. Aprovechar y limpiar el estropicio. O emborracharse.
Una vez que han pasado los 15′ de reposo, abrimos la tapa de la sartén (SÍÍÍÍÍ POR FIIIIN!!!!) y procedemos a disfrutar del trabajo bien hecho. Es media hora intensa, ¡pero tiene su recompensa!
[…] JURO que no es la misma foto de los solomillos de pavo con avellanas […]