Esta receta tiene varias cosas interesantes más allá de su simplicidad y su delicioso sabor. La primera es que está preparada con cerveza lo que no es habitual pero nos gusta mucho como en estas salchichas a la cerveza.
La segunda y a tener muy en cuenta es que se cocina en dos fases, primero en la cocina y luego en el horno pero usando el mismo recipiente. Si tienes una plancha que pueda ir al horno es de lo más práctico. Primero se sofríen los ingredientes en el fuego y luego se termina de asar todo en el horno. Cocinar y servir en el mismo recipiente y con una presentación fantástica.
Es un plato sin pretensiones y sin complicaciones, para mí un acierto en cualquier ocasión.
Como estos, siempre sin pretensiones ni complicaciones: