El lemon curd es una crema dulce de limón que vuelve locos a los británicos y a cualquier mortal que la prueba. Es como unas natillas que en vez de leche llevan zumo de limón a las que añadimos mantequilla para el toque de cremosidad perfecto. Se toma con tostadas, con pan brioche, rellenando crepes, coronando gofres, rellenando tartas o a cucharadas.
Se conserva unos quince días en la nevera pero en realidad se acaba volando, es muy adictiva. Utilizad limones de cultivo ecológico ya que nos comemos tanto la piel como el zumo amiguitos.
Prepararla con Thermomix es un juego de niños pero en un cazo con un poco de mimo es muy fácil también, te explicamos cómo.
Yo me lo zampo con yogur, y cuando se acaba me dan ganas de darme de cabezazos contra cosas.