Esta de hoy no llega a la categoría de receta, pero funciona de maravilla para el desayuno capricho del finde, justo antes de irte a entrenar y quemar las chorrocientas calorías de felicidad que te vas a incrustar.
Para todos los que creéis que no sabéis cocinar o que el olor a bollería casera es cosa de otras cocinas, o simplemente para los que tenéis buen gusto, sigue leyendo y prepárate a salivar.
Una lámina de hojaldre comercial, capa de Nutella, doblar, cortar, enrollar y pintar con huevo, el resto lo hace el calor del horno.
¿Para qué complicarse la vida cuando la perfección está tan a mano?
He puesto «chocolate» en Spotify a ver qué salía. Que haya salido esta lo voy a considerar una linda coincidencia 🙂