Esta receta es belga, no todo son gofres en su cocina por mucho que nos gusten. El perifollo o perejil rizado tiene un sabor muy potente y en esta sopa es el protagonista absoluto. Se utiliza un manojo generoso de perifollo para seis personas y el truco es añadir las hojas picadas a la sopa de perifollo recién hecha, ya fuera del fuego y justo antes de llevar a la mesa. El aroma es toda una experiencia.
Una sopa perfecta para invierno, ligera pero muy reconfortante.
Es un sorbito de compasión cuando más falta hace.