¡Buenas tardes slow-carbers, low-carbers, vegetarianos, tipos sanos y verduleros en general! Hoy traigo para vosotros el engaño definitivo para vuestras papilas gustativas ávidas de hincarle el diente (se entiende que el diente es el tuyo, no el de las papilas, que eso sería un poco raro… papilas con dientes, ahí al fondo de la lengua… ya paro, ya) a un buen plato de pasta. Ahora que están tan de moda las dietas estas bajas en carbohidratos este tipo de platos «de mentira» vienen muy bien para romper la rutina y son una herramienta muy útil a la hora de mantenerte resiliente y no caer en el mundo del donut.


Pero antes de seguir, aclarar un par de cosas. Ahora que llega el calor es la típica época en la que todos nos volvemos mucho más conscientes de nuestros michelines y nos da el ataque adelgazatorio repentino. El caso es que este ataque suele salir mal el 80% de las veces por la sencilla razón de que el planteamiento es demasiado extremo. Por eso, si has decidido empezar una dieta para verte mejor en el bañador, antes de nada infórmate de lo que estás haciendo (es difícil, pero se puede encontrar buena información en internet) y no cometas atrocidades, que cuerpo solo tienes uno. Si alguien quiere más info, a los comentarios me remito.