Hacía tiempo que no nos dejábamos atrapar por la magia del Wok, ese utensilio maravilloso que transforma cualquier ingrediente en un festival de sabores y texturas, eso sí, siempre con un toque de guindilla, mejor si las secamos en casa.
En este caso teníamos unas espinacas languideciendo y un resto de arroz cocido. Añadiendo un puerro, un poco de atún al natural y un chorro generoso de salsa de soja quedó esta maravilla.
¡Música maestro!
La mejor opción sería poner algo oriental. La segunda mejor opción siempre es Muchachito 😉
La mejor opción sería poner algo oriental. La segunda mejor opción siempre es Muchachito 😉
Ingredientes 4 personas: (gr=gramo, ml=mililitro)
500 gr de espinacas frescas (mejor de cultivo ecológico)
1 puerro gordito
150 gr de atún al natural en conserva
400 gr de arroz blanco (ya cocido)
400 gr de arroz blanco (ya cocido)
Aceite
150 ml de salsa de soja Kikoman baja en sal
Preparación:
Para cocinar al wok lo primero es lavar y trocear todos los ingredientes. Una vez que empezamos a saltear no podremos entretenernos en cortar o en ir a buscar nada.
Pelamos y partimos el puerro en rodajitas, quitamos las pepitas a la guindilla y la troceamos pequeñita.
Lavamos las espinacas y las escurrimos en una centrifugadora de ensaladas para que estén secas.
Escurrimos el atún y medimos la salsa de soja.
Ponemos el wok a calentar a fuego fuerte, el nuestro es una maravilla de hierro fundido así que se calienta sin aceite.
Una vez caliente echamos un chorro de aceite, para los sabores orientales se recomienda girasol aunque nosotros ponemos uno de oliva suave y no se hace muy presente.
Inmediatamente añadimos el puerro y la guindilla, ajustamos el fuego a medio-alto, removemos con dos cucharas de madera o con palillos continuamente. Salteamos durante tres minutos aproximadamente.
Añadimos las espinacas, salteamos otros tres minutos hasta que se ponen mustias, añadimos el atún escurrido, removemos, la salsa de soja y dejamos evaporar dos minutos más hasta que el conjunto está bien caliente.
Añadimos el arroz blanco, mezclamos bien, calentamos el conjunto sin dejar de remover durante tres minutitos más, probamos de sal y a la mesa. Podemos añadir más salsa de soja si nos gusta, para mi es un vicio.
Es impresionante lo que hace un buen salteado. Diez minutos de wok y toda la vida en el recuerdo, ¡esto despierta mi vena romántica! aissssssssss